
Es normal que, de vez en cuando, algunas personas necesiten compartir con sus amistades. Incluso en tales momentos, tomarse unos tragos puede ser una buena forma de relajarse un poco y liberarse de un alto nivel de estrés. Sin embargo, hay quienes lo vuelven un hábito, tal que, llegan a tener problemas familiares graves cuando se hunden en el vicio de alcohol. Muchos padres de familia por ejemplo, esperan con ansias cada fin de semana para irse de juerga, dejando a su esposa e hijos preocupados o tristes ante su ausencia. En casos peores, el hombre regresa violento, siendo culpable luego, de agredir física y verbalmente a su cónyuge Este fue el caso de una mujer en el municipio de Huamanguillo, Tabasco, quien decidió utilizar su propia “técnica” para evitar que su esposo saliera a emborracharse con sus amigos